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TDI

TDI, una innovación de Audi, es sinónimo de extraordinaria potencia de tracción y máxima eficiencia. Hoy en día, los motores TDI son deportivos, dinámicos y eficientes.

El papel innovador que desempeña Audi en la tecnología diésel procede de los conocimientos técnicos inigualables que ha acumulado durante décadas. Nuestros motores han recibido un avance decisivo tras otro, y el más importante de ellos tuvo lugar en 1989, cuando Audi presentó el primer motor TDI del mundo en un turismo. El TDI es actualmente una alternativa potente, económica y eficiente para la tracción de los vehículos del futuro.

Los motores TDI con common rail y piezoinyectores consiguen una combustión extraordinariamente suave y eficiente con un excelente confort acústico. Al mismo tiempo, las emisiones se han reducido a través de medidas como el filtro de partículas diésel instalado de serie. El turbocompresor de geometría variable juega un papel fundamental en la generación del elevado par motor y en el incremento de la potencia obtenida a partir de la misma cilindrada. El control del flujo del aire en el cilindro también contribuye a conseguir importantes avances en el aumento de potencia. Esto tiene la ventaja añadida de permitir la recirculación de los gases de escape, lo que reduce aún más las emisiones de óxido de nitrógeno.

Ahorro, emisiones reducidas y gran potencia: todo ello conseguido gracias a tecnologías innovadoras. La última generación de motores TDI está compuesta por motores de alta tecnología muy eficientes.

TDI en el mundo de la competición

Para Audi, el deporte del motor es un perfecto campo de experimentación para tecnologías que se aplican posteriormente en sus vehículos de serie, y el banco de pruebas más exigente es la carrera de las 24 Horas de Le Mans, aunque hay ocasiones en que la transferencia tecnológica también se produce a la inversa. Aunque el motor TDI de Audi cumple en 2015 su 26 aniversario, no fue hasta 2006 cuando la marca de los cuatro aros compitió por primera vez en Le Mans con un prototipo dotado de un motor diésel. Tras el triunfo del pasado 15 de junio de 2015, ocho de las 13 victorias de Audi en Le Mans han sido con un motor TDI.

Para los prototipos deportivos de Le Mans y del Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA (WEC) se aplican los mismos requisitos que para los automóviles de fabricación en serie: exprimir al máximo cada gota de combustible, incrementar la eficiencia y al mismo tiempo reducir el consumo de forma continua. A lo largo de los años, el reglamento de Le Mans ha ido imponiendo restricciones cada vez más estrictas a los motores TDI.