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Por qué en Audi creemos en un futuro eléctrico?

SEÚL
Siempre de avanzada. Siempre un poco más allá. Ninguna otra ciudad en el mundo tiene internet tan rápido o está conectada más que la capital de Corea del Sur.

“LOS PENSAMIENTOS INNOVADORES ESTÁN PROFUNDAMENTE ARRAIGADOS EN NUESTRA CULTRA”

Si queremos entender el milagro de Han River, hay que ir a Gangnam –el exclusivo distrito de negocios de Seúl que disparó a fama mundial con el hit de YouTube “Gangnam Style” del cantante K-pop Psy. Acá, donde los campos de arroz, las carretas de bueyes y las chozas de los agricultores dominaban el terreno muy recientemente (1970), autopistas de 14 carriles flanquean ahora con torres de oficinas llenas de luces de neón. La mayoría de las corporaciones coreanas se han colocado en Gangnam, junto con escuelas secundarias de súper elite, los más lujosos clubes nocturnos y las más exclusivas boutiques de diseño. Así que no fue casualidad que Google, el primer gigante de Internet, también eligió este lugar para su primer campus en Asia hace tres años. Michael Kim, un veterano tecnológico ya a los 34 años de edad, con una década en Silicon Valley, nos recibe en su clásica oficina llena de insignias del startup californiano: un look de garage industrial con un piso abierto, las mesas de metegol obligtorias y un café integrado. Veinteañeros con laptops abiertas y lattes en mesas de madera; sus remeras, jeans y zapatillas son un gran contraste con el conservador código de vestimenta que se usa en Corea. Los jóvenes más inteligentes del país están ocupados trabajando en apps y startups acá. Kim nos cuenta que la decisión de Google de anclar en Seúl era el único curso de acción lógico: “Cuando uno mira qué es lo que hace exitoso un startup mundialmente, se necesitan tres cosas: talento, infraestructura, y una cierta cultura de compañía. Nosotros tenemos todas esas cosas acá. “Los pensamientos innovadores están profundamente arraigados en nuestra cultura”, dice Kim. “Muchas de las más brillantes ideas fueron originadas en Seúl, no en Sillicon Valley.” En 1999, cinco años antes de ser fundado Facebook, ingenieros coreanos lanzaron Cyworld, la primer red social del mundo. Y antes de que YouTube revolucionara nuestro comportamiento de consumo de películas, los coreanos ya podían transmitir videos en Pandora TV. “Corea está siempre un paso más adelante que el zeitgeist. Las personas piensan constantemente en el futuro”, dice el gerente de Google. “Todo tiene que moverse rápidamente acá: Si se quiere establecer un nuevo hub de startup en Seúl -incluso una línea de subte al centro de la ciudad- brotará en tan solo cuatro meses.

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Michael Kim

Para Michael Kim, Gerente de asociaciones APAC en Google para Emprendedores, Seúl es más que solo una parada en su carrera y trayectoria. Nativo de los Estados Unidos, quiere pasar el resto de su vida en la Capital de Corea del Sur. Esta elección es también un viaje hacia las raíces culturales de sus padres, quienes emigraron desde Seúl hacia San Francisco hace mucho tiempo.

Sin duda, Corea del Sur ha experimentado una profunda transformación en solo una generación, más que en cualquier otro país. Tan reciente como en los 1960s, la agricultura estaba en ruinas, el PBI a la par de Ghana o Afghanistan. Desde ese entonces, la nación asiática se ha transformado en la 11va economía más grande del planeta. Corea del Sur también fue siempre pionero de las tendencias para el Este de Asia y más: las bandas k-pop llenan estadios desde Beijing hasta Manila, las series de TV coreanas están en el Prime Time de Iran, y los hipsters de Berlín pusieron de moda el kimchi. La columna vertebral de la economía coreana es ciertamente su supremacía digital. Esta fue construída con inversiones masivas del gobierno. En 1995, el gobierno de Corea del Sur creó un plan a 10 años para expandir el Internet de banda ancha. Esta inversión estratégica pronto valió la pena: Corea del Sur ahora se jacta de tener el Internet más rápido y por lejos. Con un promedio de 28,6 megabits por segundo es el doble de rápido que Alemania. El próximo hito llegó en 2015, cuando el Ministro de Ciencias anunció una inversión de 1,5 billones de Euros diseñado a expandir la infraestructura móvil para el año 2020. Wi-fi está disponible hace mucho en el 95% del país.

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    El sistema de subte de Seúl está enterrado totalmente bajo tierra

    Muchos de sus túneles podrían ser usados como refugio en el caso de un incidente nuclear con Corea del Norte. El servicio de Internet está siempre disponible. Los pasajeros están todo el viaje a sus oficinas conectados.

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    Conexión

    “EL DOMINIO DE COREA DEL SUR EN LOS ESPORTS TIENE MUCHO QUE VER CON LA VELOCIDAD DE INTERNET. AL FIN Y AL CABO, LA DIFERENCIA ENTRE LA VICTORIA Y LA DERROTA SUELEN SER MILISEGUNDOS.”

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Angie Cho, cabeza de una agencia de marketing online y columnista de tecnología, hace tiempo abrazó los lujosos artilugios digitales como parte de su vida diaria. Cada vez que viaja fuera del país, siente que viajó atrás en el tiempo a un pasado analógico: Internet lento y pocos spots de Wi-fi.

Pangyo Techno Valley está ubicado a 20 kilómetros al sur de Seúl. Sus edificios de vidrio organizados como un tablero de ajedrez, intercalados con espacios verdes y calles apenas usadas, dan una sensación utópica al complejo. Hace ocho años, el gobierno de Seúl tentó a las jóvenes companías tecnológicas a mudarse allí con exenciones de impuestos. Desde ese entonces, Pangyo es la versión local de Sillicon Valley. Tim Spaninks, un holandés que empezó a crear sus propios niveles de juegos de computadora aún en edad escolar, cuando terminó la universidad en Finlandia, se asoció con amigos y creó su propia compañía: Critical Force. Su creación más conocida es un juego de disparos en primera persona que ya fue descargado 40 millones de veces. “Pero era obvio para nosotros que teníamos que tener nuestra versión coreana en el mercado- y para hacer eso, necesitábamos una pata en Seúl. Si nuestro juego funciona en Corea, puede ser un hit en todo el mundo,” dice Spaninks. Con 25 millones de personas en el área metropolitana, Seúl es considerada un laboratorio de prueba para desarroladores de juegos: “Seúl es la llave al mercado asiático. En China, y especialmente en el sudeste asiático, el escenario mira siempre primero a Corea del Sur.” Critical Force tuvo como objetivo el mercado de los eSports, los juegos online como deportes competitivos de alta performance. Seúl es sin duda la meca mundial de los eSports. En la última década se desarrolló acá una industria que vale millones. “El dominio de Corea del Sur en los eSports tiene mucho que ver con la velocidad de Internet. Al fin y al cabo, la diferencia entre la victoria y la derrota suelen ser milisegundos.”

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La red de subted de Seúl es considerada una de las más eficientes del mundo. Mueve más de 7 millones de passajeros por día. La tarifa es equivalente a solo 1 Euro, y es pagada electrónicamente con una smart card.

Tomamos el subte de vuelta al centro de la ciudad y, por primera vez, somos testigo de los efectos colaterales de la sociedad digital: Viajeros cansados fijan sus miradas absortas en sus enormes smartphones, cada uno de los pasajeros está online. Los “smombies” siguen en sus pantallas hasta cuando cambian trenes. Cuando bajamos en el céntrico Gwanghwamun Square, nos atrapa la vida analógica: Líderes sindicales con pañuelos rojos se manifiestan fuertemente contra los despidos anunciados. Mensajeros en scooters llevan los almuerzos a las oficinas cercanas. Sin embargo adentro de la sede de Corea del Sur de KT, proveedor líder en comunicaciones, se abre una ventana hacia el futuro. Auriculares de realidad virtual cuelgan de las paredes; un holograma del centro de Seúl se proyecta en una consola en el medio de la sala. Hyung-joon Kim es el vicepresidente de KT a cargo de las operaciones globales. Con experiencia en banca, nos quiere dar una idea de la próxima generación de redes móviles: 5G es la palabra mágica, y él dice que revolucionará nuestra vida diaria. “Probamos el primer test de 5G durante las olimpíadas de invierno en Pyeongchang en febrero. Basados en eso, introdujimos nuevos tipos de servicios completamente nuevos para las audiencias,” dice Kim. Algo llamado “Interactive Time Slice” fue probado con los saltos de esquí. KT instaló un total de 100 cámaras con data de imagen combinada con una revolucionaria experiencia de TV. Cuando el esquiador despega el usuario puede no solo cambiar el detalle de la imagen en su touch screen sino también rotar el ángulo 360 grados, todo en tiempo real, con cero delay.

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    Velocidad

    Hasta en los más modernos barrios de Seúl, se ven cables de fibra óptica colgando, esto es lo que trae el Internet a las casas de las personas. Pero no dejemos que lo que se ve nos engañe: Corea del Sur se jacta de tener el Internet más rápido del mundo: 28,6 megabits por segundo

“La tecnología 5G es 20 veces más rápida que la tecnología actual LTE”, dice Hyung-joon Kim. “En el futuro podremos cargar archivos de video de 20 GB en un segundo. Datos van a ser enviados y recibidos de varias ubicaciones virtualmente sin delay alguno. Esto habilitaría la comercialización masiva de vehículos autónomos. Y la tecnología dron se usaría más efectivamente: En el futuro, si se inicia un incendio, los camiones de bomberos no tendrían que lidiar con el tráfico de hora pico para llegar a tiempo. Drones serán enviados automáticamente para apagar el fuego. 5G será la columna vertebral de la cuarta revolución industrial –y jugará un rol pivote clave similar al de las máquinas de vapor o la electricidad en su momento.
Antes de irnos, le preguntamos a Kim por qué cree él que la población abraza la tecnología con tanto entusiasmo. “Tenemos que confiar en nuestros recursos humanos, después de todo, no tenemos recursos naturales disponibles acá. Eso también significa que tenemos que adaptarnos constantemente –al menos para seguir a las grandes economías mundiales-.
Este poder de adaptación es también reflejado en la arquitectura del Palacio Municipal de Seúl: vidrio futurísticamente curvo y una estructura gigantezca con forma de ola. Después de firmar un documento de confidencialidad, bajamos al tercer piso bajo cero, y aterrizamos en un refugio nuclear.